Las bañeras acrílicas tienen un tacto más cálido y suave, mantienen mejor la temperatura del agua y ofrecen un mayor confort que las tradicionales. Son un poco más caras que éstas, pero la diferencia de sensación hace que merezca mucho la pena. Así mismo, tienen una alta durabilidad, más de 20 años, son muy resistentes a los impactos y no sufren cambios de color con el tiempo ni a causa de la luz solar. Otro de sus puntos fuertes es su facilidad para la reparación con pasta acrílica y una pulidora. Se pueden encontrar modelos de diversas formas y tamaños y algunos permiten incorporar apoya-cabezas para ofrecer un confort total.